GRAN CANARIA,
#muchoporvivir

Gran Canaria es uno de esos lugares que parecen una mezcla de sueño y realidad. Pero ahí está, esperando a descubrirla para revelar el carácter infinito de un “continente en miniatura”. La isla se queda grabada en el corazón y la memoria, mientras su calma, su belleza exótica y su clima primaveral conducen hacia una conexión íntima con un territorio y una cultura vibrantes.

Dunas de Maspalomas

Una de las mayores virtudes de Gran Canaria es su extraordinaria capacidad de parecer mil lugares en un instante. Esa variedad ha emergido a lo largo de los años convirtiéndose en un entorno medioambiental privilegiado, con unas condiciones climatológicas únicas en el planeta y una extensa oferta cultural y de ocio capaz de satisfacer las necesidades de los viajeros más exigentes.

Casi la mitad de la superficie de la Isla fue declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2005 como reconocimiento a la incalculable riqueza de sus especies y un estado de conservación que ha reducido la acción del hombre a la mínima expresión. La Caldera de Tejeda ofrece una imponente panorámica del sector noroccidental de la isla. Allí descansan el Roque Nublo y el Roque Bentayga, dos monolitos basálticos emblemáticos para los habitantes de Gran Canaria. El Pico de las Nieves preside la cumbre desde sus 1.949 metros.

“Gran Canaria es un lugar que parece una mezcla de sueño y realidad.»

Cada pocos kilómetros existe la posibilidad de conocer localidades costeras donde los barcos de pesca entran y salen de pequeños puertos para alimentar las cocinas de restaurantes donde disfrutar de pescados y otros productos del mar que no existen en ningún otro lugar de Europa.

El barrio de Vegueta, en la capital, con más de quinientos años de historia, es un libro abierto sobre el pasado. La arquitectura neocolonial, representada en hitos como la Catedral o la Casa de Colón, dejan constancia de la fuerte personalidad atlántica de Las Palmas de Gran Canaria, un cruce de caminos y culturas.

Alojarse en Gran Canaria es una ocasión única para olvidar el estrés entre barrancos
y parajes escondidos. Refugios para deleitarse ante un milagro llamado Gran Canaria
que ha preservado su inocencia durante millones de años.

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